Mis demonios


Otra noche con ansiedad.

Ahí estábamos las tres. Patricia, Sofía y yo mirándonos detenidamente.

Tenía que tomar la riendas de mis emociones, no podía dejar que ellas volvieran a tomar control de mi vida.

Patricia, sensual con tácticas seductoras podría hacer que me volviera a salir de control, cuando a ella se le mete algo en la cabeza no logro hacerla que pare.

Yo solo quiero ser yo, seguir mi instinto y ser tranquila como siempre lo he sido pero ahí es donde ella se me mete en las venas y se apodera de mi cuerpo, busca sus mejores prendas y me lleva a la calle en busca de pasión, drogas y perdición.

Yo no quiero ser así, siento que me hace perder los estribos de lo correcto y aunque disfruto las noches con ella, no quiero dejar que me domine.

Sofía grita y llora, es como la voz de tu conciencia, buena e inocente, Te habla para que te detengas y pienses mejor las cosas pero en ocaciones me aburre su compañía. Es demaciado niña para mí.

Sofía me lleva hasta lo más oscuro del infierno me vuelve vulnerable, saca todo el dolor guardado y cuando estoy ahí Patricia hace que me odie de tal manera que desee morir.

Solo quiero que se detengan. Se gritan, me gritan y hacen como si no existiera, no les importa mi opinión y yo me canso de escuchar sus voces.

Ahí estamos las tres, mirándonos fijamente, caigo rendida a los muslos de Sofía y ella acaricia mi cabello. Me hace sentir mucha paz.

Las amo a las dos por igual y al mismo tiempo las odio pero no puedo dejarlas porque ellas son mi todo y aunque lucho contra ellas y me confunden, simplemente las amo.

Patricia acaricia mi mejilla mientras me voy quedando dormida, ella me dice que todo estará bien, que deje ser tan analítica y que no piense tanto las cosas.

Pero el día de mañana sigo teniendo miedo de que alguna se apodere de mí y volver a perder el control de mi cuerpo.

Un comentario sobre “Mis demonios

Deja un comentario